Shanti, Shanti, Shanti...

La bajada desde Monte do Gozo hasta Santiago es rápida. El que anda sabe que ha terminado su Camino. Por lo menos en lo que a andar se refiere. Hacia el centro de la ciudad se dirigen los peregrinos y aquellos que quieren visitar al Apóstol. La ciudad se va convirtiendo en piedra y de pronto surge la catedral. Todo pasa muy deprisa.

Pero el Camino sigue dejando joyas como ésta antes de llegar a Monte do Gozo. La salida desde allí hasta Santiago crea caras de satisfacción en el equipo.

Y entonces, por fin de los porfines, apareció Santiago y la catedral y el destino final de la excursión aunque, por supuesto, ésta no terminaba aquí.

Porque como caminar no lo es todo en la vida y todo esfuerzo requiere recompensa, todavía quedaban unas cuantas jornadas "fuera de Camino" para ir poniendo la ginda al viaje. Tras cominda en Santiago, magnífico arroz, magnífica atención, magnífico lugar, cena, idem de idem. Esos sitios buenos que conoce Martín. Casi nada...Salida para Fisterra.

Hay que destacar aquí la llegada de José. Un grande entre los grandes. Gran conocedor, mejor anfitrión.

Menuda comilona que cayó. De esas de antología. Nutridita de pescados y mariscos, bien regados con su albariño. Maravilloso. En un marco incomparable. GRACIAS POR TODO; CAMPEÓN

Ya no queda nada

La jornada ha dejado buen sabor de boca. Lo que parecía ser un rompepiernas, constantes cuestas arriba y abajo, se ha convertido en un paseo agradable.

Galicia se abre ante los ojos del caminante como un paisaje precioso, lleno de bosques de cuento, de aldeas donde quizás pudiera grabarse El bosque animado o Filomeno a mi pesar. Piedra y pizarra, arboledas que oscurecen el día...

La jornada de ayer, no obstante, fue muy dura porque los caminos de Galicia son un rompepiernas. Mucha subida y mucha bajada. Eso sí, ofrecen paisajes como el siguiente, explosiones de color al doblar un recodo del camino. Y los caminantes quedan absortos ante semejante paisaje, que aparece de pronto, sin avisar.

Eso sí, en Galicia el Camino se abarrota y cuesta encontrar labergues y sitios donde dormir. Algunos lugares no son aptos para nada. Pero todo también en el Camino hay negocio.

Carlos, que ha acompañado a los caminantes en unas cuantas etapas se ha marchado hoy. En el albergue de Palas de Rei ha reaparecido Maja, la sueca, está mal de una pierna. También han reaparecido los italianos.

Terminamos hoy con esta foto del Miño a su paso por Portomarín.

Entrada en Galicia

Una pequeña iglesia en Villafranca del Bierzo. Precioso pueblo antes de la subida a Cebreiro

Una subida que además de no ser tan diura como dicen, deja imágenes como ésta

Y para rematar, Cebreiro, la aldeita bonita de casas de piedra y tejados de paja. Una maravilla que abre la puerta a Galicia. Ya casi se le tocan las barbas al apóstol. Cada día falta menos.

El equipo viaja solo, sin italianos, sin chicas. Con Carlos que ha venido de visita

En El Bierzo

Se dice por ahí que lo caminantes se quejan mucho, que encuentran muchos aspectos que criticar en el Camino. Es verdad. Y eso no está ben. Habría que pensar en la cantidad de penalidades que pasaban los antiguos peregrinos. Los de hoy en día a penas tienen problemas. Además esta es la ruta de Santiago, no la de Internet.

Preciosa sierra del Bierzo y mágnifica parada en El Acebo. UN consejo, si alguna vez pedís el Bojillo no lo pidáis para uno solo.

En la bajada desde El Acebo hasta Ponferrada, también han aparecido parajes espectaculares.

Santiago empieza a estar cada vez más cerca. A penas quedan uas cuantas etapas. El cansancio se hace más grande, pero también las ganas de llegar. De ahí salen las fuerzas.

Una foto del equipo. Como veis todos en perfecto estado. Los italianos se han marchado. Hacen ya el Camino por su cuenta. Maya, la sueca, ha vuelto. Anda como una gacela. NO hay quien la coja.

                                              Una foto de Cacabelos, río con molino.

Y no preocuparse que han asegurado que ya no se quejan más.

Agua, carretera y monotonía

Tampoco hoy se pueden adjuntar fotos. Los ordenadores del Camino son un verdadera mierda. Hay tantas cosas en el Camino que había que mejorar... Caminos, accesos, instalaciones, caraduras... Hay de todo en la senda del señor.

León es la peor parte del camino. Todo trancurre en una senda paralela a las carretaras. Hoy ha llovido. Así que los caminantes se han chupado todo el agua de los coches. A penas una parte bonita, una sierra que hay que pasar antes de llegar a Astorga, punto final del día de hoy.

Hay ya mucho cansancio. Se le muerden al Camino cuarenta kilómetros cada día. Pero cansan. Mucho. El día de hoy ha sido otro infierno. No ha habido polvo por que la lluvia ha hecho barro de él. Pero el sudor ha sobrado. La piedra, ha sido sustituída por el asfalto. Las lágrimas casi aparecen.

Poema de Kini a Marijo

Uno de los caminante, el Kini, experto en inmuebles, le dedica un poema a su mujer (Ojo, no empeñarse ahora todas las novias, mujeres y otras, en que todos los caminantes hagan lo mismo).

Los dos tenemos cosas que olvidar
no busco empezar de cero
tan sólo busco el reproche matar
En mi saco te he metido
Y calentita conmigo
quiero que duermas toda la noche tranquila
que por la mañana saldremos juntos a caminar

Kini

Las cuentas del León (II)

Es una pena, pero publicar fotografías se vuelve a hacer imposible. En este caso el ordenador desde el que se publica este post no permite externos. Así que nada de fotos.

Otra jornada dura. Y sin chicas (aviso a navegantas). Ya no hay manera de encontrar una que se una al grupo. Los peregrinos no saben por qué será...

LLegada a León ciudad a las 14:30. Hora en la que cierra la catedral. La casa de Dios nunca debería estar cerrada para los peregrinos. Pero estas cosas funcionan más como negocio que como otra cosa. Y eso que no cobran por entrar.

Como merece mucho la pena ver las vidrieras de la catedral (consejo de Kini que es el experto en inmuebles), han esperado hasta que la abrieran, las cinco de la tarde. Suena a poema con muerte de torero.

Es de recomendar que vaya la gente a ver los colores lisérgicos de estas vidrieras. Muy bonitos e impactantes. Quizás de lo mejor del mundo en cuanto a trabajo en vidrio para iluminación.

Fiestas en León, San Froilán (no estaba el nieto del Rey). El lugar en donde estaba el albergue era el mismo sitio de la romería. A pesar de que el chaval no estaba allí, aquello estaba como si él y sus abuelos fueran a aparecer en cualquier momento. Abarrotado. Pateada hasta el próximo albergue. Matada padre.

Para los interesados, Gallo sigue con chancletas y ahora también con bañador de surfista. Es la sensación en ciudades como León (y otras). Y en los pueblos es la leche, no hace falta ni comentarlo.

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